lunes, 30 de noviembre de 2015

Bocetos Para un retrato.

Colombia: boceto para un retrato (parodiando al Héctor Abad Faciolince)

Por: José Quiroga.

Colombia sigue siendo conformada por una elite prevalentemente blanca, elite que sigue gobernado al país. Aún seguimos viviendo en clima frio, aunque las ciudades ubicadas en clima cálido crecen de una forma considerable.

Colombia cada vez más se convierte en un país exportador netamente de materias primas. El gobierno con sus TLC han venido acabando con la industria de  nuestro país. Esto sucede en todos los países subdesarrollados pues se impone el neoliberalismo. Las élites blancas crean empresas importadoras y así continúan su hegemonia. Siguen así como los países desarrollados, dominan la economía a su antojo y se aprovechan de su posición para ser cada vez más ricos y vivir mejor a costa de los más pobres.

Si uno recorre el paisa desde el norte encontramos toda clase de ampones. Si empezamos desde la guajira nos encontramos a Quico Gómez que hoy se encuentra encerrado en la cárcel de la picota. En la Guajira los niños mueren de hambre y sed mientras que los corruptos se adueñan de los recursos. En las sabanas de Bolívar y de Córdoba encontramos a los Musa Besaile quienes a punta de mermelada ostentan el poder en estas tierras. Del choco ni hablar allí encontramos a el Negro Martínez quien también se encuentra preso por sus prácticas corruptas pero que aún sigue teniendo poder y gana elecciones desde la cárcel. Más hacia el sur ternemos en el Valle de Cauca, allí encontramos a Dilan Francisca Toro que a pesar de tener varias investigaciones en estos momentos es Gobernadora electa del Valle del Cauca. Y así sucesivamente en todo el país pareciera que los corruptos gobernaran aun desde la cárcel. Para terminar mencionaré Cúcuta donde Ramiro Suarez exalcalde preso se hizo elegir en cuerpo ajeno.

En este escenario lo típico colombiano ha de dejado de ser el plátano, la yuca, el café. Ahora lo típicamente Colombiano parece ser la trampa, el cohecho, el usted no sabe quién soy yo, el que tenga la plata es el alcalde, el módico 10%, la componenda, el serrucho, el cartel de la contratación etc. Todas las mafias se disputan las alcaldías, los restaurantes escolares, el transporte de los niños, la salud. El que tenga plata y un político de bolcillo puede controlar los negocios del estado. Los paramilitares se desmovilizaron dicen, pero siguen operando las bacrim. También en el ejército hay corrupción los altos mandos hacen negocio con la necesidad de los soldados.

En las costas colombianas es donde la corrupción más pulula. En la costa caribe se compra el voto por cincuenta mil pesos y media de ron. Los pueblos costeños en su mayoría tienen precarios servicios básicos, la energía electica es deficiente ni que decir de la salud y la educación. Pareciera ser que la única vez que participan en política es en elecciones y venden el voto.

La costa pacífica no se queda atrás. Allí las mafias han sembrado el terror y parece ser que se quieren apoderar del puerto “picando a la gente” para que se desplace. La alianza pacifico habré nuevas expectativas para buena ventura y ahora quieren correr a los pobres. En la costa ´pacifica pululan farc, bacrim y mafias que hacen invivible esta región.

La política nos apasiona pero ya no hay partidos políticos serios. Desde que nos dejó de gobernar el terrateniente, el enano de Antioquia, el de le voy a dar en la cara marica las cosas no han cambiado mucho. La cacareada guerra del paraco en el poder se transformó en un largo proceso de paz del traidor presidente Santos. Este proceso por ser largo ha colmado la paciencia de algunos colombianos, digo algunos porque a la mayoría les importa un pepino, y no porque sean unos insensibles apátridas sino porque están ocupados en sobrevivir y la política solo la entienden como salir a votar en elecciones. Aun conservamos el pensamiento de la colonia donde el único derecho que tenemos es a trabajar (cuando hay trabajo), que solo somos unos siervos y que dejemos que nuestros amos decidan.  El diminuto paraco no derrotó a la guerrilla y sigue chillando huérfano de poder.

Más del 50% del país es pobre y continuara en la pobreza. La consigna es una educación pobre para los pobres. En este momento hay algunas políticas asistencialista como familias en acción que les dan a los pobres una miseria para que sientan que el estado se ocupa de ellos. Parece ser que quieren mantener pobres a los pobres para tener mano de obra barata y no pase lo mismo que en Brasil que mucha gente salió de la pobreza y ahora exigen mucho más.

El gobierno está en la brega para que los colombianos lean mucho más. Pero se murió García Márquez y Mutis los dos murieron en México y se les hicieron funerales de estado.  Mientras en Colombia una congresista le deseo el infierno a García Márquez, así están las cosas. No es que la congresista no haya tenido una buena educación pues de la clase terrateniente pero lo  bruta el dinero no se lo pudo quitar.

En estos momentos estamos en tregua con la guerrilla de las farc y los índices de violencia en el país han disminuido ostensiblemente. Para mí es un gran logro pero los noticieros se quedaron sin noticias y ahora solo pasan accidentes de tránsito.
El país no ha cambiado mucho pero al menos hoy hay esperanza de que alg0o cambie con el proceso de paz, que acabemos con la guerra que no nos deja ocuparnos de ese cáncer que nos carcomo como lo es el de la corrupción.



“No somos ni el infierno ni el paraíso. Somos un purgatorio que intenta arrancar almas de la perdición y aspira a seguir, aunque muy despacio, a un paso desesperantemente lento, el camino del progreso que otros llaman cielo.” Faciolince.

Boceto para un retrato (Breve resumen del país) parodiando al Héctor Abad Faciolince.

Por: Sebastían Sanchez

Si miráramos que tanto hay del mudo en Colombia y que tanto de Colombia hay en cada uno de nosotros, nos asombraríamos con las similitudes encontradas, mientras el mundo está dominado por una minoría (un 10% de la población, tal vez menos)  conformada por una elite blanca, que domina la información, el mercado y por ende el capital y las políticas internacionales y otro porcentaje  de población correspondiente casi a un 50% vive en condiciones de pobreza extrema. En Colombia no es muy diferente sucede lo mismo, estamos dominados por una elite de familias herederas de la colonia que desprecian el país que les heredaron y somete a una gran porción de la población a diferentes privaciones, a la explotación y  la miseria. ¿Qué tanto de uno mismo es gobernado a veces por ciertas ideas aisladas o emociones inevitables pero inútiles, que nos llevan a  ser desiguales,segregantes, autoritarios y a veces injustos y agresivos?

Recorrer Colombia es una extraña experiencia sociológica y jerarquizante,  si uno empieza por el Norte, en el desierto de La Guajira podrá ver los mejores paisajes acompañado de la ausencia de agua potable al lado de un pueblo indígena como los Wayúu, que si ningún precedente ha resistido  los embates de una sociedad occidental que los ve según sus intereses como unas “aves” exóticas de exportación, o si se quiere como a una manada de salvajes peligrosos y subversivos. Si atravesamos  las fértiles llanuras de Córdoba, Bolívar y Sucre, encontraremos inmensos hatos de ganado, cuya carne ha financiado el conflicto  grupos paramilitares y de autodefensas que desde los años ochenta han venido tomando más poder tanto en el campo como en la escena política. Si trepamos por la cordillera de los Andes encontraremos diferentes comunidades indígenas aisladas y arrinconadas por mineras y petroleras que explotan lo que alguna vez fue para ellos un suelo sagrado dejando su vitalidad envenenada y corrupta. Si vamos a las selvas del Chocó podremos sentir la presencia de  África de repente, negros grandes y dulces que llevan la música por dentro y la miseria por fuera, aunque sus ojosbrillan con gran dignidad, sabiendo que la riqueza que les pertenece se las están robando esas dragas que sin permisos e ilegalmente, siguen explotado el rio y matando los peces. Si volamos a las selvas amazónicas podremos ver el tráfico de espacies animales y la ley del monte como único estado soberano, además de una que otra base militar estadounidense perdida en el mapa, pero no en la selva. Si vamos a los departamentos del Cauca y Nariño, en el sur, podrá figurarse que está en Bolivia o en Perú, pero no, allá tienen más identidad y amor por lo propio, no se confunda, está en Colombia, país de gentes simples y sin criterio que azuzados por la falta de dinero y de ignorancia emocional, son capaces de vender hasta su propia mamá, país de gentes complejas, con educación y dinero que por poder podrían también matar a sus madres y jurar ante Dios y con lágrimas en los ojos decir, que no lo hicieron.

¿Qué nos falta en esta rápida descripción geográfica del país? Dos largas costas, la del mar Caribe y la del océano Pacífico, donde encontramos algún puerto industrial, como Barranquilla, donde si te descuidas después de una lluvia te puede llevar un arroyo y hasta matar, luego de lo cual, ni los judíos, ni los árabes que conviven allí y compiten por el comercio rezarán por tu alma. Una belleza legendaria y contrastada como la de Cartagena de Indias, no puede pasar desapercibida, es posible que habites una ciudad donde el centro se parece a Andalucía y el narcoturismo es una atracción y donde a las afueras te encuentres tan perdido como en nueva Delhi o Bangladesh.  Por último encontramos el puerto más feo de todo el océano Pacífico, Buenaventura, en donde no hay ninguna ventura y los cuerpos de algunos desgraciados son fragmentados como castigo.

Y todo esto lo podemos ver tanto en Colombia como en el resto del mundo sobre todo bajo la línea del ecuador, dónde al parecer la suerte y la historia descargaron pesado designios y servidumbres, dónde los siervos además de ser esclavos, tienen un tirano en el alma. Así cualquiera que respire, llegado el caso en el nombre de la verdad e impulsado por un gran corazón es capaz de cualquier atrocidad y barbarie.

La política nos apasiona, tanto la propia como la de cualquier rincón del mundo, somos expertos en política internacional y en publicar arengas inútiles en los muros de Facebook y fotos de la bandera de Francia en el perfil. Muchos internautas piden el exterminio de los árabes otros tantos de los judíos. Sin embargo en Colombia vivimos de la ilusión del cambio de los gobernantes. Si no se pudo con Pastrana la Paz vámonos con la Guerra de Uribe y ahora con las dobles jugadas de Santos. Pasamos del tomar el té con pastrana alrededor del mundo, al odio y avaricia de un gamonal paisa que trataba el país como a una finca y a sus ciudadanos como peones amaestrados o en su defecto caballos castrados, que si no obedecían los mataba iracundo. De este megalómano, pasamos a la refinada hipocresía de un tipo que desde los 17 años, ha estado en los mejores clubs del mundo y que desprecia profundamente esta tierra criolla y mestiza que tan buenos impuestos da. Hoy se trata de hablar de un post conflicto con columnas guerrilleras fuera de orden, con paramilitares en reagrupación constante y camuflados bajo pequeñas operaciones de grupos denominados Bacrim. De otra parte un post conflicto con 6 millones de desplazados internos, todo para dar terreno abierto a la siembra, la explotación minera, petrolera y toda posible acciónextraccionista emprendida por capitales extranjeros, y que en lo posible no quede registrada, ni tenga testigos. Por eso vemos tantos campesinos sin tierra, engrosando los círculos de miseria de las ciudades principales buscando paz y algo de tranquilidad entre la espada y la pared.

La educación a pique así como la salud, la cultura, el trabajo y la vivienda digna, el estado sigue siendo benefactor, después del neoliberalismo es increíble pero sí, es benefactor de los principales grupos económicos del país, a los cuales defiende con leyes y regulaciones blandas, que cada vez más limitan los derechos de la población  de trabajadores de la cuales se benefician directamente. Y así la ley del más fuerte baja de jerarquía en jerarquía, extendiéndose hasta las puntas generando más dolor al conjunto. Y al que no le guste y se revele con argumentos inteligentes lo matamos y punto.

Ya casi no valen los goles, ni los postizos que tenemos como “artistas” en la escena internacional, sin ninguna identidad, ni bandera política que se respete y busque una verdadera democracia. Egos y talentos que se museifican para morir de soledad y vejez.Solo una nueva raza podrá salvar a Colombia del desprecio de nuestros dirigentes, ese desprecio que nos ha sumido en el atraso, la barbarie y en este nuevo colonialismo que  amenaza con acabar lo poco que queda de identidad y  lo mucho que hay de riqueza.

“Tal vez todos podamos encontrar el infierno y el cielo en Colombia, el único problema estará en saber distinguir antes de entrar cuál es cuál, así como verificar si no son de contrabando o chinos”


Colombia: boceto para un retrato (Breve resumen del país) parodiando al Héctor Abad Faciolince, para el momento actual, teniendo en cuenta que el texto de Héctor Abad fue publicado en 2009 y algunos aspectos de la vida del país han cambiado.
ESCRITO POR: YAQUELINE NOVOA PULIDO
Colombia es un país hermoso rico en biodiversidad, paisajes hermosos y población trabajadora.  Podemos comparar nuestro país con cualquier país del mundo. Aunque nuestro idioma oficial es el español contamos con varias lenguas nativas donde podemos pensar a Colombia como un país intercultural plurilinguistico.

Al igual que otros países vecinos como Perú, México, Ecuador hemos estando viviendo una herencia de corrupción que ha estancado el desarrollo del país. Somos una sociedad caracterizada por la represión y la permisión donde tenemos la falsa idea que los gobernantes tienen la razón. La calidad de educación no permite que los miembros del país se apropien de las políticas públicas y de la importancia de participación democrática lo que hace más fácil gobernar y robar aquellas elites y familias de la “alta” sociedad de nuestro país. 

Como dice el autor “La política nos apasiona, como a los ciudadanos de cualquier parte del mundo, y también tenemos la ilusión de que la vida depende del cambio ritual de los gobernantes”  pero no tenemos una educación de calidad que no haga pensar críticamente, seguimos siendo un pueblo permisivo. No hacemos nada frente al mal uso de los recursos públicos, como hemos visto gobernantes públicos robarse grandes cantidades de dinero y solo recibir 5 años de cárcel y en la casa.  De esta manera es un poco más claro el por qué es más fácil invertir en guerras que en educación un pueblo ignorante siempre será más fácil de gobernar la problemática es que mientras esto no cambie seguiremos viendo el rico más rico y el pobre más pobre.


Colombia: boceto para un retrato (parodiando a Héctor Abad Faciolince)

 Por Lady Oliveros

Colombia me parece un mal resumen del mundo, y no porque ‘copiar’ esté mal, sino porque lo  hace de la peor manera a tal punto que quiere parecerse a muchos pero al final resulta siendo nada, porque no hay al menos unas diez cosas que le sean propias. Es más, creo que ninguno de los países a los que ha copiado en su estilo quiera parecerse a ella, aún sabiendo que hay gente increíblemente maravilloso y de talento valioso.  Existe una élite  prevalentemente blanca en el color de piel, aunque ninguno sea raza pura, sino una  muestra de ese mestizaje que se dio cuando  ésta parte del continente, quizá por equivocación o por casualidad descubrió Cristóbal Colón.  Aunque se diga que  la pobreza se está eliminando, es de conocimiento que la brecha se sigue ampliando, ahora el 30% de la población ‘mulata’ oscura  por fuera y blanca por dentro se ha convertido en esclavo de su trabajo, no porque estén comprometidos para quienes trabajan, sino porque el desempleo sigue apretando, aunque en cifra del Dane vaya disminuyendo, ‘destacándose’ que se ha mantenido en un solo dígito durante los últimos años. “En el décimo mes de este año, la tasa de desempleo se ubicó en 8,2 por ciento y continúa en un dígito, destacó el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane). “Es la primera vez, en los últimos quince años, en que se cuenta en el país con más de 23 millones de personas ocupadas”, reseña para un periódico un experto  en la materia. Lo que no es claro este estudio es en qué condiciones y qué tipo de trabajos tienen los colombianos para no engrosar  el 60% restante de la población que a diario no tiene ni 1000 pesos para comprar una panela y un pedazo de pan.

Somos todo lo que nunca hemos deseamos, la gran élite que maneja el poder se aprovecha de sus hermanos, de sus compatriotas, apropiándose de la riqueza y subvalorando la mano de obra: ellos viven, comen, estudian en los mejores centros, tienen acceso a la mejor medicina, pero no se mueren de viejos, sino de envidia y de amargura al no tener felicidad, porque el dinero no lo compra todo.  Cada día es más difícil no caer en la extrema pobreza, pues con la situación económica se cierran empresa, se acaban asociaciones, se acaba el trabajo.  


 El mundo tiene de todo un poco, y sí Colombia se ha apropiado de muchas cosas extenas, porque así  como un colombiano emigra, muchos extranjeros son atraídos por las ‘riquezas’ que desde afuera son vistas. En la Guajira, el inicio del ‘mundo’ aun quedan muchos libaneses y turcos que atraídos por el mercado, se  ‘enraizaron‘ en una tierra árida, escasa de agua, pero propicia para las ventas.  Fueron ellos los que enseñaron a comer  quibbes como el Libano y que su descendencia se mezclara con los nativos y de allí se replegaran a otros municipios de la zona costera. Pero en cambio se nos olvidó que en aquel desierto hay indígenas de pura cepa, propios de nuestro territorios a quienes el Estado tiene abandonado que  nuestros niños, esos que son el futuro del país, se mueren de sed, de olvido por la corrupción de la élite, que maneja al Estado.  En cada uno de los rincones de Colombia hemos adoptado las culturas extranjeras para olvidar las propias, incluso son los políticos, los poderosos, los críticos más acérrimos de este valle de riqueza y eso se evidencia como cuando Rodrigo Mesa, diputado en la Asamblea de Antioquia, en el 2012 a todo pulmón aseguró que “meterle plata al Chocó, era como perfumar un bollo”. Si Chocó, un paraíso tropical bañado de ríos extensos y zonas húmedas, llevas de vida salvaje, de oxígeno puro no se hubiera convertido en la prostituta de los políticos corruptos, su gente ‘negra’ de corazón  grandes y sonrisa blanca y transparente viviera en mejores condiciones y no en la extrema pobreza de casas ancladas cerca de ríos, con deficiencias en los servicio básicos entre ellos la educación y la salud. 


La política nos apasiona, como a los ciudadanos de cualquier parte del mundo, y también tenemos la ilusión de que la vida depende del cambio ritual de los gobernantes.  Ahora el terraniente que nos gobernó por más de seis años, ha sido desbancado por un ‘escudero’ que no  resultó tan leal y ha repetido ‘puesto’ en dos periodos consecutivos. A diferencia de su antecesor, éste ha propuesto ‘desmovilizar’ a la guerrilla y firmar la dejación de armas de las Farc, un mal que llevaba más de 40 años, causando violencia y desolación en la población más sensible y vulnerable de nuestro país: los campesinos. Casi nadie, ni yo mismo, se opone a que derrote a la guerrilla. El problema es que al hacerlo se descuida lo más grave para nuestro desarrollo: la desigualdad y la miseria.



No somos ni el infierno ni el paraíso. Somos el limbo, el lugar a dónde van todos  - sin importar  si son santos o pecadores- ,  los mismos que a paso lento, desesperamente lento, seguimos el camino del progreso que otros llaman cielo y que se parece a todo lo que no somos. 

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